Esta vez no se trata de tu Don Juan tenorio, quien te profesa esas moñudas que te embelesan, versando sobre tus rallajos, la imbecilidad más amorosa. Soy yo, esa otra Doña Inés, más de pacotilla que de galante, quien se humedece los labios en mitad de la sequia, salivando ante la majestuosidad de tus “animaladas”, diciéndote; olé tú y tus plumillas, pajarito sin pajarita de ordalía.
Que desastre, que ordinario. Deberías de escribir en binario. Esta chica recita muy bien Qué raro que este en el inem Si se dedicara a escribir versos Seguro que serian diversos Y para acabar diré una cosa (Chiviri chivirilero), eso es lo que quiero que pongas en mi losa
Soy travieso y taciturno, Doña Ines de mis estrepaños, te agradezco así tus versos, antes de que acabe el año. Que ya queda pocotiempo para campanadas y uvas locas, yo esa noche tengo un truco: la mitad por el culo y la mitad por la boca.
En tu losa grabaré, con mi chorra por cincel Chiriviri chirivilero, pues te quiero como a un carnero. El desastre aconteció, efécto dosmil lo llamaron. No fué terremoto, vendaval ni aguacero. Si no un pepino en tu agujero.
Esta vez no se trata de tu Don Juan tenorio, quien te profesa esas moñudas que te embelesan, versando sobre tus rallajos, la imbecilidad más amorosa.
ResponderEliminarSoy yo, esa otra Doña Inés, más de pacotilla que de galante, quien se humedece los labios en mitad de la sequia, salivando ante la majestuosidad de tus “animaladas”, diciéndote; olé tú y tus plumillas, pajarito sin pajarita de ordalía.
Que desastre, que ordinario.
ResponderEliminarDeberías de escribir en binario.
Esta chica recita muy bien
Qué raro que este en el inem
Si se dedicara a escribir versos
Seguro que serian diversos
Y para acabar diré una cosa
(Chiviri chivirilero), eso es lo que quiero que pongas en mi losa
Soy travieso y taciturno, Doña Ines de mis estrepaños,
ResponderEliminarte agradezco así tus versos, antes de que acabe el año.
Que ya queda pocotiempo para campanadas y uvas locas,
yo esa noche tengo un truco:
la mitad por el culo y la mitad por la boca.
Gerjaiz:
ResponderEliminarEn tu losa grabaré,
con mi chorra por cincel
Chiriviri chirivilero,
pues te quiero como a un carnero.
El desastre aconteció,
efécto dosmil lo llamaron.
No fué terremoto, vendaval ni aguacero.
Si no un pepino en tu agujero.